Feliz cumpleaños Mihaíl (privado)

Hoy es el día, su nuevo amigo le había dado la fecha de su cumpleaños de forma espontanea, cosa que no se esperaba y mas por ser un día que cercano al cumpleaños de uno de sus seres amados, el estar lejos de su familia lo hace ponerse un poco nostálgico y ahora le quiere dar al chico algo que por el momento no le puede dar a su familiar.

Se pasea por las calles de la ciudad con algunos artículos para cumpleaños, artículos entre infantiles y para adultos, tiene en mente que aun no es un adulto ante sus ojos, pero tampoco es un niño al ser responsable y cuidador de su hermanita, llega frente a una pastelería y mira el escaparate con diferentes diseños de pasteles, en su mayoría para ocasiones especiales como bodas y aniversarios, pero hay uno de cumpleaños que le llama la atención y no le importa que solo sea para 3 personas, lo llevara grande para disfrutar y endulzarse la vida.

A pesar que le había atraído aquel diseño termina por elegir un pastel que le mencionaron es ruso, y dado los datos del joven le lleva aquella sorpresa del pastel de jengibre y miel. Feliz entra a aquellos barrios bajos y mas de una persona lo mira raro, no anda ropas llamativas, es posible que la caja del pastel y la bolsa con decoraciones sea lo que les llama la atención, se encoge de hombros y se apresura, toca a la puerta y como puede saca un poco de confeti para tirarlo sobre Mihaíl cuando abra la puerta, y eso si es que es él quien abre.

La casa entera huele a comida. La mesa está puesta con la mejor mantelería de la que disponemos, y también con la mejor cubertería. La mesa está llena de bandejas con comida típica de nuestro país, dulces y fruta, también hay comida inglesa. Y para beber, gracias a mi nuevo sueldo, hemos podido comprar vino. Toda la casa está decorada con motivo de mi cumpleaños, y se nota el ambiente festivo en cada rincón. Esther tararea alegremente en la cocina, terminando de preparar las cosas. Se ha comprado para la ocasión un precioso vestido azul, que hace juego con el color de sus ojos, encima de él se ha puesto el delantal para no mancharse.

- ¡Misha! ¡Ya llegan los primeros invitados! ¡Abre la puerta!

Se acaban de escuchar unos golpes en la puerta y salgo a abrir. Al igual que mi hermana, también voy elegantemente vestido. Nada más abrir la puerta, me cae encima una lluvia de confeti. Me echo a reír.

- ¡Alfred! Bienvenido. Entra, por favor. ¡Esther, ha llegado Alfred!

Me hago a un lado para dejarle pasar, y cuando entramos al salón, mi hermana aparece con una bandeja de bollos recién horneados que coloca encima de la mesa.

- Señor Fitzgerald, bienvenido. Póngase cómodo, por favor. ¿Le apetece tomar algo?

Ríe al verlo lleno de confeti después del grito de “FELIZ CUMPLEAÑOS” y ve que el lugar está decorado y que el chico anda bien vestido, alza una ceja y ahora nota que no era tan necesario que le diera una sorpresa, el sorprendido es él, pero no importa, pero mientras haya más que comer las cosas son mejores, pasa cuando Mihaíl se hace a un lado, el lugar es pobre pero bien arreglado, camina al lado de él viendo la decoración y le da la caja con un pequeño empujoncito para que lo tome, ve a la muchacha entrar con una bandeja y realmente no es muy fan de los bollos, pero el olor es muy bueno y toma uno, no como el de los ingleses que no es mucho de su gusto – gracias y llámame Alfred, Al, Alf, pero el señor me hace sentir viejo – no es totalmente cierto lo que dice de ser viejo, es más por la confianza, en todo caso para su raza aun es un niño por la cantidad de tiempo que viven.

Pone las bolsas de las decoraciones sobre la caja del pastel y se pone el pan en la boca para sacar un globo y mostrarle a Mihaíl de que son decorados y algunos personalizados con el nombre de él para que los inflen, entre muecas se explica mientras mastica hasta que traga lo que tiene en la boca – y así se verá mejor – le sonríe ampliamente pensando que el chico entendió su explicación de donde colocar los globos que no solo tienen el nombre del chico sino que también confeti, vienen suficientes para formar un gran arco y una bolsa grande con un letrero de “FELIZ CUMPLEAÑOS” muy colorido – así que a inflar globos antes de que venga más gente, porque no creo que te hayas arreglado ni a la casa solo para estar con tu hermana, y joe, no me invitaste – le hace un puchero porque no supo nada, toma un globo y comienza a comienza a soplar inflando los cachetes para echar el aire.

- Muy bien, Alfred - Mi hermana accede a tutearlo después de consultarlo conmigo con una mirada, a la que yo asiento como dándole mi consentimiento, aunque me parece algo del todo innecesario, pero puedo entender que Esther sienta algo de apuro al tutear tan rápido a un hombre al que solo ha visto una vez

Con la caja que me acaba de dar en la mano, dejo que se instale y se ponga cómodo. También veo que está mirando la decoración, así que le dejo que vague por la estancia a sus anchas. Luego me fijo en los globos que ha traído y en su explicación con la boca llena de donde hay que colocarlos. Vuelvo a reírme.

- Vale, pues a inflar globos - Dejo la caja en la mesa con suavidad y cojo uno de ellos pero Esther me lo quita de las manos y es ella la que empieza a soplar - Un cumpleaños es una buena excusa para arreglarse, aunque solo estés con la familia. La verdad es que no tengo muchos amigos y he perdido contacto con la gente de la fábrica. Y, bueno, no sabía si tu querrías venir, no nos conocemos mucho todavía, a pesar de todo lo que hemos vivido juntos. Tendría que habértelo dicho, lo siento - Me disculpo

- No todos los días cumple uno 21 años. Eso merece engalanarse como Dios manda - Esther ha terminado de inflar el globo y lo está colocando de forma que se luzca bien - Alfred, a ver si me ayudas a convencer a mi hermano de que ya es hora de que se busque una buena chica con la que casarse, ya empieza a tener una edad y no puede quedarse soltero

- Otra vez no… - Me quejo y cojo un bollo

Amarra el globo y los ve cada que hablan, niega sonriente por lo que dicen, cada uno tiene un tema y en parte esta de acuerdo con cada uno, pero como cualquier otro individuo tiene sus propios criterios, termina su globo y lo amarra para seguir con otro, que también tira a sofá para que no estallen – es muy importante vestir bien el aniversario del nacimiento, es un día de agradecimiento por un año mas de vida, por otro lado… - mira a la hermanita para responder a lo que ha dicho sobre lo de conseguir una novia – …un hombre sabe cuando es el momento adecuado para conseguir una pareja, siendo judíos imagino que son del criterio de esperar que Dios les de su pareja y el criterio de no juntarse con yugo desigual. Por otro lado, es de sabios esperar a que haya estabilidad económica para sostener a su pareja, una casa, dinero para esperar a un bebe, un hombre bien espera a los 30 para formar una familia, pero si el pequeño Mihaíl quiere de entre 21 a 25 puede comenzar a buscar sentar cabeza – le sonríe y vuelve a otro globo que también infla y tira al sofá.

Por oteo lado, yo tengo 38 y aun no he conseguido a mi angelita, pero que mas da, para los míos soy como un crio de unos 10 años, para lo que duramos – ríe bajo y sigue con su trabajo, es posible que su hermana ya sepa que no es igual a ellos, pero si no lo sabe no le es problema, no es raro que hayan más seres como el y otros peores en la isla.

- Es verdad, es voluntad de Dios que nos casemos y tengamos descendencia. Pero tampoco podemos esperar a que sea él quien nos dé a nuestra pareja, nosotros debemos poner también de nuestra parte. Misha no puede quedarse soltero, no debe quedarse soltero, ningún hombre judío debe quedarse soltero, son nuestras normas, y ya debería empezar a tomárselo en serio

- Sí, pero Alfred tiene razón. Todavía no estamos bien económicamente. ¿No preferirías que esperase un poco para que mi esposa tuviera una vida decente? ¿Para que pudiese darles a mis hijos una buena educación? Yo a eso lo llamaría tomárselo en serio. A Dios no le importará que espere todavía un poco antes de casarme. Además, mucho hablas de mí, ¿pero qué pasa contigo? ¿No deberías ir pensando en buscar un buen hombre? A todo esto ¿hay alguno que te haya conquistado el corazón?

Se ruboriza completamente y desvía la mirada, visiblemente incómoda por el cariz que está tomando la conversación. Nerviosa, se pone a ordenar la mesa, también aprovecha para abrir la caja que nos ha traído Alfred, revelando un pastel maravilloso que se apresura a cortar y a dejar en más platos.

- Yo… me casaré - Termina por contestar - Pero ya sabes mi postura. Primero quiero que tú estés bien antes de marcharme de esta casa. Quiero asegurarme de que te cuidan y te quieren como te mereces antes de irme a formar mi propia familia. Ya sabes por qué lo digo

Asiento, aunque no está nada claro mi futuro, tal vez las curas de Alfred hagan el efecto esperado y pueda vivir mi vida plenamente, o tal vez me permita vivir un poco más de tiempo, o directamente solo sirvan para aliviarme, nada más, aunque los dos estamos optimistas al respecto. Pero la entiendo.

- Bueno, pero es lo mismo que quiero para ti así que, dejemos este tema para otro momento y disfrutemos de la fiesta

Se gira hacia mí con una sonrisa y asiente, ofreciéndole a Alfred un poco del pastel que ha traído

- Tiene una pinta deliciosa, gracias por el detalle. Y no se preocupe, seguro que antes de que se dé cuenta encuentra a su pareja. Vale, vale, ya lo dejo - Concluye al ver la mirada que le echo y finalmente se echa a reír. La secundo.

- Ten cuidado, Alfred. O en cuanto te descuides te habrá buscado no ya una mujer, sino varias para que puedas elegir

Cierto, los judíos no deben desaparecer de la tierra – contesta a lo que dijo la chica para inflar otro globo y ver cómo responde el hermano, los mira con los cachetes inflados muy atento a lo que se dicen y asiente a lo de lo sensato que es esperar, pero cuando le pregunta si ya alguien le conquisto el corazón suelta el aire y el globo que sale volando, pero solo deja escapar una risa ligera que detiene casi al instante tratando de verse serio, sobre todo al ver como se ruboriza la jovencita, la evasión le resulta ingeniosa, más lo que hace porque empieza a rugirle el estómago, sobre todo aquel olor que le hace saborearse los labios.

Entiende lo que ha dicho y sabe el ¿porque? espera que él tenga a alguien en su vida, es dulce y lastimero al mismo tiempo porque es difícil la situación de ellos, lo vivió en carne propia cuando se conocieron y sabe que la joven está sufriendo un calvario que no es bueno para alguien de aquella edad, suspira antes de recibir el pastel y se dirige a Mihaíl para pedir permiso para hablar, espera que entienda sus palabras y no meter la pata.

No me molesta, al menos tendré una excusa para salir a comer todas las noches y conocer gente nueva – pica el pastel y come el primer bocado saboreando con detenimiento para ahora si decir lo que necesita, una entrada a tocar el tema de su salud – pero hablando de salud, ¿qué tal si hay una forma de que Mihaíl sane y pueda vivir una vida normal?, ¿aun así seguirás buscándole pareja o esperaras a que viva su soltería un poco más?, digo, los antiguos judíos se casaban de 30 y algo, 40, aunque la verdad antes eran más longevos, no como ahora que si llegamos a los 80 es un milagro – divaga con el tenedor apoyado en sus labios, los baja y los ve un poco serios para dirigirse a Mihaíl directamente – si encontrases un método para sanar ¿le piensas decir a tu hermana o le darás la sorpresa cuando estés sano?, digo, la ciencia avanza y no sabemos cuándo la medicina haga nuevos descubrimientos – trata de tapar su intervención porque realmente no le interesa que sepa quién lo ayuda, sino que estará bien para que se relaje un poco más y tengan una vida normal.

Los dos nos quedamos parados y nos volvemos a la vez hacia Alfred, sobre todo Esther, que se ha tensado como un arco, y su rostro demuestra el interés y la esperanza que las palabras de Alfred han despertado en ella. Por mi parte, sé a lo que se refiere, es a lo que hablamos en el carruaje, el día que nos conocimos. Puedo notar cómo mi hermana también me mira a mí, interrogándome con la mirada.

- Si hubiese alguna forma, daría todo lo que tengo para poder curar a mi hermano. Es lo único que quiero, que Misha esté bien. Ya hemos sufrido bastante en nuestras vidas. Primero la muerte de papá, luego nuestra expulsión de nuestro hogar, luego trabajar en la fábrica, ahí fue donde se enfermó. No es justo. Si mi hermano pudiese mejorar o incluso curarse, mis plegarias se verían escuchadas. Y lo cambiaría todo, aunque sigo pensando que tiene que casarse cuanto antes - Pongo los ojos en blanco al escuchar su respuesta, ocultando una sonrisa - Misha ¿es verdad? ¿Hay alguna forma de que te cures?

Su esperanza crece, y aunque no puedo entrar en detalles, porque ni yo mismo lo entiendo muy bien, termino por asentir, aunque me parece un poco precipitado confirmárselo, pues si no llegase a funcionar, el golpe sería mayor.

- He encontrado a alguien que está dispuesto a probar conmigo un tratamiento diferente - Miro a Alfred - Empezaremos en unos días. Será un tratamiento lento, pero hay esperanzas, sí, aunque tampoco puedo prometerte nada

Su rostro se ilumina con una sonrisa, y puedo ver cómo se le quita un gran peso de encima. Incluso llega a reírse un poco.

- Pues habrá que probar ese tratamiento entonces. Y esperar que todo salga bien. Todo saldrá bien - Su sonrisa se hace más amplia - Bueno, como parece que nadie más va a venir, ¿os parece si nos sentamos y empezamos a comer?